El pasado día 22 de octubre, después de una inquietante experiencia en vuelo, consiguieron aterrizar nuestros invitados dublineses. Eran en total 20 alumnos y tres profesores. De esos 20 alumnos, en principio, dos se iban a quedar durante dos meses; al final han sido tres, y es con ellos con los que mantuvimos una conversación para hacer una valoración de cómo está resultado su estancia aquí.

Los tres alumnos que se han integrado en nuestras clases de 4º de ESO son Sebastian Cambell, John Swedell y Caoilinn Clancy. A los tres les está pareciendo una experiencia muy positiva en general, aunque reconocen que en algunas clases han tenido más dificultades que en otras por el nivel de complejidad de la materia, no porque la asignatura fuera difícil, sino por su falta de dominio del idioma y las actividades propuestas les resultaban muy difíciles. La primera semana fue más dura y pasó más lenta, pero a partir de la segunda todo ha ido mucho más rápido y les parece increíble lo rápido que pasa el tiempo. Si no fuera porque viene la Navidad y es tiempo de estar con la familia, se plantearían quedarse más tiempo. Sebastian reconoce que mucho más tiempo no, porque echa de menos a la familia, pero a Caoilinn no le importaría alargar su estancia unos meses más.

Cuando se les pregunta por lo que les ha gustado más de Marchena, los tres al unísono contestan que la gente. Dicen que han sido todos muy amables y acogedores. En cuanto a los monumentos, lo que más les ha llamado la atención ha sido San Juan.

Entre las costumbres que más les han sorprendido, lo que más, es a la hora que salen y se recogen los jóvenes, pues en Dublín ellos se recogen cuando salen a las 21-22 horas y aquí a esa hora todavía algunos ni han salido. Lo dicen una abierta sonrisa en la cara. En cuanto a la gastronomía, los platos preferidos han sido aquellos que llevaban gambas, por ejemplo, a Sebastian le ha gustado mucho un arroz negro con gambas y atún que ha probado y a John, las gambas al ajillo y el pisto. Para Caoilinn han sido las tortas de manteca del Corpas con azúcar. Según ellos no han aprendido ninguna receta porque es de mala educación meterse en la cocina a ver qué están haciendo los anfitriones, aunque reconocen que sus madres esperan que les enseñen alguna de las que hayan probado.

Con las familias de acogida han estado muy cómodos, como se dijo anteriormente, reiteran que todos han sido muy amables y los han llevado a Sevilla a ver partidos de fútbol, o han hecho comidas familiares, o alguna excursión a Málaga donde comieron helado y visitaron el mercado y la playa. Los tres piensan que podrían venir en el futuro de visita a Marchena con sus familias, aunque no por mucho tiempo, pues al ser un pueblo pequeño no tiene mucho para ver o hacer.

Consideran que su estancia aquí les ha servido mucho para progresar en su aprendizaje del español, ya que cuando llegaron tuvieron dificultades debido al bajo nivel competencial en el idioma y ahora sienten que han mejorado tanto en comprensión como en expresión oral. Aunque no es en lo único que han mejorado, dicen riendo John y Sebastian, también han mejorado en fútbol. Sebastian nos explica que en Irlanda los jugadores son más fuertes y el juego más duro, pero que aquí se juega mejor porque se emplean tácticas de juego que allí no. También han probado otros deportes, por ejemplo, John ha jugado al balonmano con su familia anfitriona y Caoilinn ha montado a caballo (dice con expresión de felicidad).

Cuando hablamos del futuro, no descartan que más adelante soliciten un Erasmus en la etapa universitaria aquí en España. Ya conocen algunas ciudades como San Sebastián (Sebastian), Granada, Ronda (John), Valencia, pero les gustaría conocer otras como Barcelona, o venir a los San Fermines de Pamplona. Descartan Madrid porque dicen que las capitales son ciudades muy grandes que pocas veces tienen personalidad propia debido a que allí acaban viviendo personas de todas partes.

Con respecto a los planes de estudio en España, dicen que les ha gustado la asignatura de Atención educativa porque las actividades eran casi siempre orales y ellos podían participar con más facilidad, pero la que menos les ha gustado ha sido Lengua, porque era muy difícil para ellos. Ellos este año en su centro tienen asignaturas más prácticas, por ejemplo, tienen Economía, Empresa y Contabilidad, Tecnología-carpintería, Hogar y Música. 

Acaban reiterando que todos han sido muy amables y acogedores, tanto sus compañeros de clase como las familias y todas las personas que han conocido y que su estancia aquí está siendo muy agradable. Lamentarán tener que irse el día 20, pero en “ningún sitio como en casa” en Navidad.

Y AHORA LES TOCA A NUESTRAS CHICAS VIAJERAS Y VALIENTES…

Son Celia Zamora, Teresa Ramos y Emma Martín, quienes dicen que están ilusionadas, no nerviosas, pero reconocen que cuando se vaya acercando la fecha es probable que sí lo estén, ya será otra cosa…

Sus objetivos allí son, ante todo mejorar su competencia comunicativa en inglés, conocer la cultura local y madurar ganando autonomía e independencia, hacerse más fuertes mentalmente. No es la primera vez que salen de casa solas, las tres tienen experiencia en campamentos bilingües, ya que estuvieron en uno en Valencia cuando estaban en 2º de ESO. Esto dicen que les fue muy útil, pues tenían actividades de Física y Química, hacían teatros y entrevistas en inglés. Estas experiencias previas y los viajes familiares que han realizado les han ayudado a tomar ahora la decisión. Reconocen que el apoyo familiar es muy importante y que si tu familia es viajera, hace mucho. Emma ha estado con su familia en Gales, Londres, Bélgica, Italia y Francia; Teresa conoce Francia, Bélgica, Dublín y Portugal y Celia, Portugal también.

Ya han establecido contacto con las familias que las acogerán allí, les han parecido muy simpáticas, además, como ellas han acogido a los irlandeses que han estado con nosotros dos meses, las madres de estos han venido a visitarlos y las han conocido en persona. Han sido muy amables y simpáticas y les han recomendado qué ropa llevarse e incluso les han dicho que no se lleven ropa de más, que ellos se la prestarán en caso de que haga falta.

Celia dice que lo que más le preocupa es no poder comunicarse por no entender el idioma. Cuando hablamos del clima, Teresa comenta que estuvo allí en julio y ya tenía que usar sudadera, así que se imagina cómo va a ser el tiempo allí ahora. Las tres reconocen riendo que deben prepararse mentalmente para la meteorología de allí. Tampoco les preocupa la gastronomía, están abiertas a probar comidas nuevas, ya saben que no será un problema porque han hablado con sus familias de acogida sobre este asunto y en una misma familia los hay vegetarianos, algunos solo comen pescado, otros solo pollo, así que hay menú a elegir a diario. Por otra parte, allí, la comida principal la harán en el comedor del Instituto, donde también hay distintos platos a elegir.

Cuando hablamos del proceso de selección del alumnado que viajará, consideran que ha sido una selección justa y transparente, que han estado informados de todos los detalles desde el principio con reuniones con las familias. Han tenido que pasar una entrevista y han tenido que rellenar unos formularios que no se acababan nunca. 

En lo tocante al plan de estudios, saben que allí lo hacen todos con Tablet, que no hay exámenes ni deberes y que las asignaturas son más prácticas. Esta metodología les parece muy interesante y piensan que no se van a aburrir, aunque no entiendan nada. De aquí deben seguir su proceso de aprendizaje en Matemáticas, pues es una asignatura de la que no se pueden perder las explicaciones. Suponen que se conectarán a la clase mediante Meet. 

Les gustaría que las familias las llevaran a conocer lugares cercanos, pero las tres coinciden en que les gustaría ver los acantilados que están al norte de Dublín.

A punto ya de acabar, comentan que es una pena que haya compañeros que no se atrevan a vivir una experiencia así o que haya padres que no dejen a sus hijos ir. Saben que esta es una gran oportunidad y que lo van a pasar muy bien allí. Una buena actitud es fundamental para disfrutar de lo que se te presente.

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